miércoles, 15 de septiembre de 2010

¿Cómo acabó el partido?

La realidad es así. Si quiero enterarme de los resultados finales del partido Junior - Real Cartagena a dos minutos de la señal del árbitro de "se acabó", simplemente entro a mi Twitter y localizo un post que además de datos me ofrezca reacciones del enfrentamiento. Con esa instantaneidad opera la información de hoy, y a medida del incremento y abaratamiento del acceso a internet, consultar los resultados a través de dispositivos móviles no será un lujo. 
Hace 9 años, en el primer taller de "Cómo se escribe un periódico" organizado por la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, y dictado por el siempre polémico periodista español Miguel Ángel Bastenier, el entonces editor internacional del diario El País debatía entre humaradas de cigarro sobre la apocalíptica desaparición de los diarios impresos. No desaparecerán, sentenció. Pero advirtió sobre la "convergencia".
Lo que la prensa europea y estadounidense vivió hace 10 años, lo experimentan hoy los impresos latinos en su afán por combinar -algunos burdamente - los soportes de texto, audio y video para aprovechar al máximo la interactividad que permite la red. 
Pero en estas plataformas de flujo constante de información, hay muchos caminos por recorrer. 
¿Cómo se integra una publicación tradicionalmente impresa a la plataforma digital? ¿Qué debe brindarle a los lectores de internet, que tienen miles de posibilidades de fuentes de información, para que se queden en el sitio y no busquen en Google otros resultados? ¿Cómo se fidelizan a los lectores para que lo consulten? ¿Será la credibilidad de información y la riqueza del detalle, reflexión y análisis, el gancho para conquistar a los lectores?
La batalla por generar tráfico en los punto com de los diarios está planteada, y si bien no hay fórmulas mágicas, la creación de una audiencia propia y la visibilidad del diario, son los principales intereses (según el último estudio) de las empresas periodísticas que han empezado a ver la disminución de números en su circulación. 
¿Que si deben apostarle a las redes sociales? Wall Street Journal (wsj.com), El País, El Tiempo, y muchos otros lo han hecho. La interactividad con los lectores es urgente. Sólo con un tweet, a través del diario de mi elección, me entero sobre cuál fue el resultado del partido a los dos minutos de haber finalizado. 

Sólo para dar cuenta del peso de las redes sociales en las plataformas de información, posteo (una nueva palabra no admitida por la Real Academia) un video sobre la Revolución del Social Media.


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